Hacia el colapso concreto de los 3 días de oscuridad profetizados (según los 3 planos que siguen)
El 5 de enero de 1989, hacia las 8 de la mañana (hora local de Pyr.Or.), fuimos testigos de lo que nos parecía la absorción de materia oscura (¿antimateria?) por el sol en forma de 3 franjas negras que descendían desde lo alto del sol hacia su ecuador. La posición cercana de los tres planetas principales (Urano/Neptuno/Saturno) parecía reveladora. Aparentemente, estábamos frente a una ventana cósmica. Describimos este fenómeno en el blog de Pangeosis. Nadie nos ha hecho observaciones al respecto.(https://pangeosis.blogspot.com/2008/08/les-changements-et-la-nouvelle.html).
(Nota: En este período también tuvimos manifestaciones que parecían venir de la apertura del mundo astral y nos perturbaron un poco).
Conscientes de la perspectiva de los cambios vibratorios de la tierra, hemos comenzado a investigar a fondo para comprender mejor las relaciones entre el mundo material (naturales, científicos, técnicos...) y espiritual (como el mundo del potencial, de las profecías y de la información para la conciencia). Así nació la idea del trabajo de síntesis (poner todos los elementos en la coherencia de un conjunto evolutivo) para obtener una comprensión más completa del mejor sentido (o voluntad) del potencial del diseño de la evolución de la vida. Entonces nació un mapa del cielo que revela más fácilmente el significado de la evolución del sistema solar y lo que contiene en su contexto galáctico.
Varias veces tuvimos que corregir los resultados de nuestras investigaciones. Nos enseñaban las diferencias de vibración entre el mundo espiritual y las apariencias materiales y la dificultad de interpretarlas correctamente. Empezando de nuevo y corrigiendo sin descanso, nos veíamos cada vez más empujados a buscar los puntos de acercamiento donde espacio y potencial de la evolución (tiempo de transición) podrían intercambiarse, es decir, el momento en que las tensiones del mundo manifestado (0,001%) encuentran el potencial de la armonía del mundo no manifestado. Fue así que redescubrimos también los significados de la flor de la vida, el Merkabah, el cuboctaèdre, el toro y el potencial de sus implicaciones y finalmente la conexión con las investigaciones de Nassim Haramein. Estábamos al mismo tiempo proyectados en la liberación de la memoria de la vida más allá de la muerte.
Encontrar la representación justa del sistema solar con una proyección proporcional de las órbitas planetarias sobre la bóveda celeste no era fácil, especialmente no para los planetas mayores. Pero la base se imponía como una representación heliocéntrica del sistema solar.
El plano 1 da una proyección proporcional de las órbitas de los planetas inferiores (naranja/Mercurio; amarillo/Venus; azul/tierra y roja/Marte) alrededor de la plaza actual "supuesta" del sol en su ciclo pléyadiano de 25.800 años. Dado que la proyección proporcional de las órbitas de los planetas superiores no es posible, hemos optado por su proyección sobre el ecuador celeste ya que su papel parece ser sobre todo el ajuste del sistema solar con su entorno galáctico. Hemos buscado una situación lo más realista posible según nuestros medios y conocimientos reducidos. Por lo tanto, los errores son posibles.
Según nuestras investigaciones, la Humanidad estaría, desde el solsticio de verano de este año 2021, en un período que la llevaría ante la puerta de ruptura, del ajuste y purificación cíclica de la tierra a su entorno cósmico. Primero interpretamos los tres años siguientes como los tres días de oscuridad profetizada. Pero se trata aparentemente de un período de preparación con un aumento de excesos, tribulaciones e incoherencias hasta el colapso concreto de estos 3 días profetizados. Es un período de ruptura, de preparación y de selección hacia el paso en una especie de túnel (negro) que se anuncia según nuestras investigaciones para marzo de 2024.
Nuestras investigaciones han llevado a la constatación de que la puerta del túnel de ascensión se abriría a partir de la nueva luna del 10 de marzo de 2024 y que el paso podría tener lugar entre el 11 y el 13 de marzo de 2024. Dado que hacen falta condiciones específicas de coincidencias inteligentes, la elaboración astronomológica ha revelado la alta probabilidad de una situación transitoria con-centrada y aparentemente excepcional debido al gran contraste entre la tierra y los demás elementos del sistema solar. En cualquier caso, todo tipo de señales fuertes deberían intensificarse para anunciarlo (entre otras, una forma de taquicardia telúrica que transitará todo el planeta en un momento dado).
En concreto: hacia principios de marzo de 2024, la tierra se encontraría cada vez más aislada en relación con otros planetas y el sol, acentuada por la posición de la luna nueva. La tierra se encontrará frente a los elementos que forman un gran triángulo de acumulación de fuerzas magnéticas (gravitacionales). Sus fuerzas vectoriales, que se concentran en 3 zonas alrededor del sol, parecen formar la parte cargada de la "X" de un Merkabah Cósmico (cuerpo de unión) con el sol hacia su punta y conla tierra fuera (//hara). La tierra estaría cerca de la punta del triángulo de un vacío relativo opuesto, creado por la ausencia de planetas a su lado. Se podría situar la tierra también como cerca del centro entre dos torres que evocan la situación multidimensional de esta representación sintetizada y proyectada como sobre un espejo.
Los planos 1 y 2 mencionan la situación general y el plano 3 el detalle del centro X du Merkabah. Las posiciones de los planetas y algunas de sus alineaciones muy apretadas son bastante excepcionales en relación de la bóveda celesta. Esta vez, los planetas menores (Mercurio, Venus y Marte) parecen desempeñar un papel decisivo en relación a los planetas mayores en el movimiento de la entrada de las nuevas energías de la fuente (alfa - dirección Pléyades/Kali), su ascensión (dirección Pegases/Kalki) al Gran Atractor (omega) y la relación con el centro de la galaxia (Sgr A) como indica el plano 1.
La situación atraería pues una especie de vacío que evolucionaría según el movimiento de los planetas inferiores y de la luna, formando un túnel durante tres días (movimiento de 3 grados en relación al sol). La tierra podría quedar aislada de las fuerzas lunares. Las tensiones de la tierra podrían entonces equilibrarse libremente, provocando posiblemente un cambio rápido del eje magnético y también de su eje de rotación (el norte podría bascular hacia adelante (¿+7°?) y hacia el oeste (¿+16°?) o girar (cambio hacia el este y el sur, 149-150°). El polo sur podría encontrarse finalmente a -7° en dirección al noroeste actual. Lo que siempre ha venido a nuestra mente con nuestro trabajo como jardinero y la escucha del diseño de la evolución de la vida, es que el clima de la tierra sería más homogéneo en torno a un régimen general de carácter subtropical, variable según los lugares. Esto facilitaría las relaciones entre los seres humanos (el desafío del mundo nuevo).
Notas:
- Hay varias profecías al respecto.
- Hay indicaciones concretas de los cambios importantes del eje de la tierra en el pasado. Llevaron a representar la constelación del León (esfinge) en el lado opuesto de la situación actual (Dendera/el sol entre 2 leones; Montserrat: la oposición de la cadereta a la esfinge de Giza...)
- También vemos la posible desintegración de la luna (3 lunas) debido a su aislamiento (con migas que caerán como estrellas hacia la tierra (Apocalipsis).
- El paso por el túnel de oscuridad tendría el efecto del movimiento de una eclipse solar prolongada.
Se trata, pues, de un momento intenso en el que la tierra se ajustaría consigo misma mediante la liberación de las tensiones acumuladas en el interior y en el exterior en sus capas físicas, astrales, mentales y espirituales durante el último ciclo solar, causadas entre otras cosas por las acciones humanas.
Aunque hay cambios locales importantes, esto podría evitar desastres importantes, como esperamos. La tierra disfrutará de cierta protección, gracias a sus atmósferas (como los astronautas en sus combinaciones espaciales). Sin embargo, se esperan muchos cambios (¿sobre todo en las costas?!) con un cambio total en la organización de la vida actual. Por tanto, habría que tomar precauciones importantes, aunque estos cambios salvarían a quienes se han preparado positivamente bastante al espíritu de la unidad de la vida que se expresa en la fraternidad universal y la unión solidaria de la vida en todos los niveles posibles de su expresión. Así la nueva tierra en un nuevo cielo estará lista para entrar en el nuevo ciclo solar de abundancia y paz.
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