Nota sobre los cuerpos de unión en el universo:
La Unión espiritual-material energética del Ser Humano se representa como un vehículo de unión del alma de sus diferentes cuerpos, llamado Merkabah. Se construye por la evolución de la conciencia de unión en forma de dos triángulos o torres (3D) que se entrelazan progresivamente uno con otro como efecto de la integración de las energías materiales (o inferiores) de la manifestación con las energías sutiles e inteligentes (o superiores) del espíritu. El Merkabah o cuerpo de gloria es la representación ideal de la realización de la naturaleza divina del ser humano.
Cada forma o sistema material del universo también está vinculado a un cuerpo de unión más o menos simple o complejo. La base está siempre formada por dos movimientos de energías opuestas (polarizadas), uno relacionado con la fuente de las energías y el otro con el sentido de orientación del diseño de la evolución del conjunto. Esquemáticamente esto se representa en forma de una "X (equis)" que evoca naturalmente una concentración de energía en forma de dos triángulos que están unidos entre sí por un punto neutro central de un cierto vacío. Este punto crítico el punto de entrada del potencial de la energía original en la transición entre atracción y elevación. Esto corresponde desde el punto de vista de movimientos pluridimensionales a la conjunción de dos toros como la pequeña imagen muestra. En el toro superior hay una dirección trinitaria (luz central y lateral).
La situación astronómica al principio de marzo de 2024:
En el estudio astronómico que hemos hecho para el momento de la Gran Transición de la Tierra, encontramos la situación alrededor del 8 al 13 de marzo 2O24 como hemos explicado en un texto anterior. Es en este período que se presenta la construcción óptima del doble toro con las zonas triangulares formadas por la situación de los planetas en relación al sol. La tierra y la luna se encontrarán entonces aisladas en la zona central de atracción del movimiento, opuestas al resto del sistema solar. Pasarían la zona cerca del Centro X del Merkabah del sistema solar, formado en este momento. Esta zona básica forma una especie de vacío (o zona negra) debido a la triple atracción provocada en el toro o triángulo superior. En esta configuración, la tierra se encontrará vía el sol frente a la línea central de la elevación del sistema solar (dirección Neptuno y Gran Atractor, vía Kalki en Pegaso) y entre la influencia de las energías que entran de la fuente del universo vía las Pléyades (Kali), Urano y la energía que, no sublimada e integrada, se evacua por el centro de la Galaxia (Sgr A) gracias a un juego de ajuste del equilibrio entre Plutón, Marte, Venus y Júpiter, Mercurio y Saturno
La luna sería entonces la primera en la zona de atracción del vacío alrededor del 8 de marzo de 2024 (próxima luna nueva). Cortada del equilibrio de las fuerzas que determinan su coherencia, correría el riesgo de desintegrarse (implosión) en 4 partes, representando el efecto del sentido de la evolución de la tierra y la vida que contiene. Una primera luna podría ser llamada Arjuna (nombre sagrado, brillante), como reflejo de la evolución de la inteligencia mental de la tierra. La segunda luna podría ser llamada Kosha (cocotte, recipiente u olla de confianza) reflejo de los cuerpos o capas del alma de la Humanidad y la tercera luna Maya (actividad intensa de abeja), evocando el cuerpo físico del ser humano como reflejo de la ilusión de cualquier forma exterior. La cuarta parte estaría formada por los restos de fragmentos de luna que se esparcirían en una nube de polvo y que provocarían oscuridad y al mismo tiempo una lluvia de fuego que caería como meteoritos, parecidos a estrellas, hacia la tierra. La implosión de la luna desestabilizaría el eje de la tierra cuyo polo sur giraría en dirección del punto GRAU (el punto de orientación en la Osa Mayor hacia la estrella polar) y el Gran Atractor (punto omega). La tierra entraría progresivamente en el vacío, acentuado entre el 11 y el 13 de marzo por la implosión de la luna.
La intensidad de los efectos de esta transición dependerá de la preparación de la humanidad y de la elección del compartir de cada uno de sus miembros en el espíritu de fraternidad mundial, de solidaridad y de la unión y de todos los pueblos para hacer frente a los cambios de esta transición en la mayor calma posible. También depende de las precauciones que tomen los responsables a diferentes niveles de la organización de la vida y de la posibilidad de los científicos de prever los cambios más amenazadores para el conjunto de la preservación de la vida en la tierra. ¡Es un desafío tanto personal como colectivo!
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