Los antiguos sabían que cada cosa está vinculada al universo
por una clase de vehículo de luz, o Merkabah (luz de cuerpo y de espíritu o de
esencia), que permite la transferencia entre las distintas dimensiones según su
nivel de conciencia. Este vehículo está vinculado al funcionamiento, la
vibración y la radiación del conjunto de los centros de energía que componen
los elementos de la creación. Gracias a este vehículo el mundo creado no puede
sino seguir el objetivo de su plan de la evolución sino puede también hacer su ascensión
en el Espíritu Uno de la creación según la conciencia alcanzada.
Este vehículo de Merkabah existe también, al menos en
potencial, entre grupos o colectividades de seres, como los humanos. Como la
vida es una por eso se conectan estos vehículos de luces, el uno con el otro.
Sabemos que el funcionamiento de estos vehículos está vinculado a la calidad de
la vibración de los elementos que forman su suporto. En este contexto, falta
considerar que la tierra no forma solamente el cuerpo de luz de la humanidad pero
de toda la vida que contiene aunque las vibraciones de los diferentes reinos sean
diferentes debido a su diferencia de conciencia. Pero el hecho de tener a su
disposición un cuerpo de transferencia y subida no quiere decir que se lo
controla. El Merkabah es pues un vehículo que ayuda a mejorarse e integrarse en
el plan de la evolución del conjunto del mundo creado y especialmente en la unión
de la conciencia Crística de su Espíritu Uno.
La rejilla cristalina del Merkabah no es cualquier
cosa y no se
elabora dondequiera. Como para el cuerpo humano, corresponde al conjunto
de los
centros de energía y los distintos niveles de funcionamiento del cuerpo
humano,
el uno hacia el otro. Es similar para la tierra. En su forma básica, nos
pasó a
ser como una pirámide orientada hacia la recepción de la evolución de
las orientes cósmicas. En su forma completa, activada por la conciencia
planetaria de la humanidad, forma un icosaedro, cuyos cruces mencionan
la flor
de la vida. Cuenta 12 cumbres (comunicación con el zodiaco) 20
triángulos
(número de la tierra, resultado del sol como fuente de energía vital) y
30 aristas
(número del equilibrio perfecto, la realización y la cosecha (lamed).
Los puntos básicos de referencia del Merkabah planetaria no
pueden pues encontrarse dondequiera. Deben tener una conexión específica con
las regiones celestiales, como Sirius (fuente de síntesis, puerta de la
jerarquía divina y la constelación del Cristo Cósmico) y las Pléyades (fuente
de inspiración del caduceo de las nuevas energías) y los centros energéticos principales
alrededor las cuales se despliegan las actividades y la evolución humana. El
descubrimiento de estos puntos de referencia es un proceso de conciencia. Queda
claro que los egipcios y otros pueblos en América o Asia, e incluso en Europa, intentaron
por sus pirámides poner sus lugares de vida en contacto más directo con esta
energía de luz que facilita el acceso a realidades interiores sutiles, no directamente
accesibles a partir de una visión material exterior.
Al trabajar sobre las experiencias de mi propio Merkabah, los
distintos centros energéticos sobre tierra y sus relaciones, me vinieron en
2016 como un flash súbito, la pirámide Madrid-Roma-París-Argel (MaRoPal:
haciendo referencia a la ropa blanca del libro del Apocalipsis). Son los 4
centros que rodean el centro de la energía de expresión (verbo) del corazón de
la tierra, Força Real (la fuerza real del amor) sobre la línea del fuego de los
Pirineos. Esta pirámide es la parte fuera de la tierra y corresponde a su contrapartida opuesta al interior de la
tierra, cuya punta afecta el centro solar del núcleo de la tierra.
La activación de esta pirámide se hace en primer lugar por un
movimiento de luz solidario entre estas 4 ciudades como un movimiento respiratorio
para la paz y la armonía en el mundo más allá de todas divergencias humanas. La
inspiración de este movimiento no puede ser nada de otro que la clara voluntad de crear a partir del
centro de esta pirámide (Força Real) centros y redes libres e independientes
que quieren reunir todos los conocimientos, experiencias y objetivos humanos sobre
el sentido de la vida en fin de crear así para la humanidad referencias de
orientación hacia un nuevo mundo. Este Merkabah planetario no se limita a estas
4 ciudades, sino tomará automáticamente extensión en las 4x3 direcciones del
globo con la realización del objetivo de esta voluntad a través de la tierra.
La activación de este Merkabah en su forma completa debería facilitar la
comprensión y la armonización de la humanidad con el sentido cósmico del plan de
la Gran Transición de la tierra, el salto cuántico que debe atravesar estas
décadas hacia un nuevo mundo y un cielo.
No queremos prever nada catastrófico, pero queda claro que cambios
profundos están en curso como el recalentamiento climático. Sabemos también que
las vibraciones de la tierra (resonancia Schumann) suben rápidamente. Otra
indicación es la aceleración de la velocidad de las fundas de los hielos a los
polos (a consultar a
https://www.arte.tv/fr/videos/078142-000-A/la-fonte-des-glaces-sous-haute-surveillance/).
Hay varios barómetros que indican la urgencia de actualizar este
Merkabah planetario. Más que la fraternidad solidaria se realiza en la
humanidad, más que la vibración de transferencia de la tierra sube y más que la
luz del Merkabah planetaria nos protegerá y ayudará a hacer esta transferencia
inevitable hacia un nuevo mundo y un cielo en tanta armonía que posible.
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